Historia del anime (III). La Segunda Guerra Mundial

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Los grandes dibujantes de preguerra como Sanae Yamamoto u Noburō Ōfuji plantaron la semilla de la animación japonesa mientras enseñaban a jóvenes alumnos de todo Japón cómo animar sus trabajos. Ellos habían trabajado sobre todo en piezas educativas, financiadas por el gobierno, pero el anime de la Segunda Guerra Mundial iba a tomar un cariz muy distinto, enfocado en el mundo de la política y la propaganda.

La llegada del celuloide, a principios de los años 30, supuso toda una revolución. Este material plástico importado de Estados Unidos permitía grabar con acetato, un sustituto muy eficaz de la cartulina, si bien solo podían permitírselo los artistas con una buena solvencia económica.

Uno de los primeros que lo utilizó en la historia del anime fue el dibujante Kenzo Masaoka, un joven adinerado de Osaka que quedó maravillado por las producciones de cine que se hacían en su época. Tanto, que decidió aplicar muchas de sus técnicas al anime, empleando el celuloide con regularidad e incluso grabando algunos de los primeros animes con voz.

Entramos en el anime de la Segunda Guerra Mundial. ¡Acompáñanos en la aventura!

KENZO MASAOKA: INNOVACIÓN EN EL ANIME

Imagen de Kenzo Masaoka. Fuente: Animation.filmarchives
Imagen de Kenzo Masaoka. Fuente: Animation.filmarchives

Kenzo Masaoka era un joven de Osaka muy polifacético. Había trabajado como pintor, como productor, como actor e incluso como músico en su propia oficina de Kyoto, pero su amor por la animación llegó cuando tuvo la oportunidad de trabajar en el Nikkatsu Uzumasa Studio de la ciudad. Fue entonces cuando decidió llevar las innovadoras ideas que tenía en su cabeza a la realidad.

El primer proyecto del director fue La absurda historia de la isla de los monos. Volumen 1 (1931), el mediometraje de anime más largo que se había hecho hasta el momento. La obra era puntera para su tiempo porque mezclaba dos técnicas que intentaban darle un gran sentido de la expresión y el movimiento a la película: los recortes de papel, influencia directa de Yasuji Murata, y los nuevos acetatos recién importados de los Estados Unidos. El resultado final no era perfecto, pero ofrecía una gran fluidez a cambio de un coste de producción bastante asequible.

La absurda historia de la isla de los monos. Volumen 1. Fuente: Youtube

Un año después, Masaoka decidió fundar su propio estudio con la ayuda de dos aprendices muy aventajados: Mitsuyo Seo y Masao Kumasawa. Y fue en este momento de su vida cuando le llegó la oportunidad que esperaba, porque la mayor empresa de cine de Japón, Shochiku, le había comisionado para crear la primera película con sonido en la historia del anime: En el mundo del poder y las mujeres (1932).

La película fue un éxito, gracias a la publicidad y a la participación de actores famosos poniendo voz a los personajes, así que Masaoka decidió crear unas modernas instalaciones bajo el nombre de Centro de Investigación Artístico Masaoka. Su intención era mejorar la calidad y la expresión artística del anime a través del celuloide, que era bastante caro para aquel momento, pero no consiguió sufragar los enormes gastos que tenía la empresa que había fundado.

Fue entonces cuando empezó a colaborar con diferentes estudios, dando forma a la que se considera su obra prima: La araña y el tulipán (1943). En esta costosa producción, la única de la época que no tiene material bélico, se narra cómo una mariquita escapa de las garras de una sangrienta araña, con efectos de sonido y una banda sonora muy innovadora para la época.

Kumo to Tulip, una película clave de Kenzo Masaoka en la historia del anime. Fuente: Youtube

Después de la Segunda Guerra Mundial, Kenzo Masoka se unió a los maestros del anime Sanae Yamamoto y Yasuji Murata para fundar la Nueva Compañía de Animación Japonesa, donde crearía obras de gran belleza como Flor de cerezo: fantasía de primavera (1946) y su trilogía final de películas: Tora-chan (1947-1950). Algunas de estas obras sirvieron de inspiración para los artistas de Toei Doga, la filial creada por Yamamoto y que luego se convertiría en la archiconocida Toei Animation.

EL ANIME EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

La Segunda Guerra Mundial comenzó para Japón por una decisión del emperador japonés. Hirohito buscaba un pretexto para ampliar su área de influencia a la costa china y a las islas del Pacífico, así que ordenó el bombardeo de la costa norteamericana de Pearl Harbor en diciembre de 1941.

El anime era un medio audiovisual propicio para la propaganda de guerra, porque llegaba a todas las familias a través de la televisión. El Ministerio de la Marina decidió comisionar a los animadores del país para que crearan películas bélicas honrando las batallas del país nipón. Fue así como Mitsuyo Seo o Ikuo Oishi se pusieron al frente de un equipo de trabajadores para dirigir algunas de las producciones más ambiciosas y propagandísticas del anime hasta el momento.

MITSUYO SEO: LAS PRIMERAS PELÍCULAS DEL ANIME

Imagen de Mitsuyo Seo. Fuente: Animation.filmarchives

Fue así como nació El mono Sankichi (1942), una serie de cortometrajes sobre los sucesos de Pearl Harbor. Su director era Mitsuyo Seo, fiel colaborador de Masaoka en sus películas sonoras y afín a un partido de izquierda radical, que había dejado los anuncios televisivos para empezar a crear animes que ensalzaran el «espíritu nacional» bajo las órdenes del Ministerio de la Marina.

El siguiente trabajo de Seo también se basó en el famoso ataque aéreo, pero iba dirigida a un público infantil. Las águilas marinas de Momotaro (1943) muestra una flota de animales comandada por Momotaro, que se enfrenta a los «demonios» encarnados en los ingleses y los británicos. Con sus 150.000 fotogramas dibujados a mano, se había convertido en uno de los mediometrajes más laboriosos hasta la fecha.

Las águilas marinas de Momotaro, de 37 minutos de duración. Fuente: Youtube

El film tuvo tanto éxito que Mitsuyo Seo recibió a su cargo otras 70 personas para completar una secuela, basada en la invasión japonesa de Indonesia: Momotaro, Dios de las olas (1945). Con una duración de 74 minutos, nos encontramos ante la primera película en la historia del anime, en la que unos animales paracaidistas entrenados por Momotaro invaden la isla de Celebes, obligando a los ingleses que se habían establecido allí a rendirse incondicionalmente.

La producción de este film fue mucho más difícil. El material de celuloide era tan escaso, que los artistas tuvieron que lavarlos y reutilizarlos, mientras que se rumorea que algunas voces de los personajes británicos fueron grabadas por auténticos prisioneros de guerra con acentos nativos. En cualquier caso, esta es la película que inspiró la carrera cinematográfica del considerado como «padre del manga y del anime» Osamu Tezuka.

Momotaro, Dios de las olas, primera película en la historia del anime. Fuente: Youtube

IKUO OISHI: EL CINE PERDIDO

Imagen de Ikuo Oishi. Fuente: Animation.filmarchives

Ikuo Oishi fue uno de los directores más influyentes del anime, si bien solo conocemos de él dos obras. Comenzó su carrera diseñando cartas de visita para varios negocios en Shochiku Kamata Studio, y el trabajo de sus coetáneos le impulsó a probar suerte en el mundo de la animación.

Debutó con Los dos soles (1929), y cuatro años después dirigió El zorro contra el mapache (1933), un cuento folclórico en el que un zorro se disfraza de samurái y pasa la noche en un templo lleno de mapaches.

La primavera llega a Ponsuke (1934) es el segundo cortometraje de Oishi que ha llegado hasta nuestros días, y el más famoso de cuantos hizo. A partir de ese año, el director se dedicó a rodar películas de instrucción para la Armada japonesa, hasta que murió en una expedición documental durante la Segunda Guerra Mundial.

Como dato curioso, uno de los estudios que había fundado en esta época pasaría a convertirse en la famosa productora de cine japonés Toho, que en años posteriores produciría los trabajos de Akira Kurosawa y las obras de animación del Studio Ghibli.

El zorro contra el mapache, la obra prima de Ikuo Oishi. Fuente: Youtube

LA POSGUERRA: ANIME MADE IN AMÉRICA

El fin de la Segunda Guerra Mundial supuso un cambio de identidad para la cultura japonesa. Horrorizados por el dolor de las bombas nucleares de Hiroshima y Nagasaki, los nipones estaban a punto de vivir la invasión cultural de los Estados Unidos, que afectaría a sus costumbres, a sus hábitos de vida y a su forma de entender la economía global.

Comenzaba una nueva época de consumismo en masa, con un gobierno americano que quería impulsar la industria del entretenimiento a toda costa. Así fue cómo el primer largometraje a color de Disney Blancanieves (1937) terminó llegando a los cines japoneses en 1950, asombrando a más de un animador y preparando el camino para la llegada del anime moderno a manos de Osamu Tezuka y Toei Animation.

Estaba a punto de empezar la era de las películas y las series de anime, que no solo se quedarían en las retinas japonesas, sino que también atravesarían los mares para llegar hasta el público occidental. Un fenómeno cultural estaba a punto de ocurrir, pero antes tenemos que poner el foco en cómo nació la empresa más importante de la animación oriental: Toei Doga.

Nos vemos en el siguiente capítulo de la historia del anime.

Blancanieves influyó de forma decisiva en el anime de posguerra. Fuente: eCartelera

LOS 10 MEJORES ANIMES DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

Antes de continuar tu aventura por la historia del anime, te animamos a que descubras con nosotros cuáles son los mejores animes de la Segunda Guerra Mundial. Hablamos de series o películas que han inspirado generaciones y nos han enseñado partes de este conflicto bélico que no conocíamos hasta ahora, en formato animado y creados por los tristes protagonistas de la guerra: los propios japoneses. De ahí vienen muchos temas como el sufrimiento, la represión social o la sumisión ante los Estados Unidos, que merece la pena explorar en esta lista. ¡Que los disfrutes!

1. La tumba de las luciérnagas

2. En este rincón del mundo

3. Barefoot Gen

4. La isla de Giovanni

5. El viento se levanta

6. The Cockpi

7. Zipang

8. First Squad

9. Who’s left behind

https://elarmarioanimados.blogspot.com/2020/02/resena-whos-left-behind.html

10. Hetalia: Axis Powers


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