Jin-Roh (The Wolf Brigade o La brigada lobo en inglés) es la primera película de anime dirigida por Hiroyuki Okiura, que se encarga de escenificar el guion de la tercera película de la Saga Kerberos de Mamoru Oshii. Estrenada en 1999, en ella vemos el cuento de Caperucita Roja y el Lobo narrado a través de un drama policial y militar que tiene lugar después de una Segunda Guerra Mundial reinterpretada que derrotó la economía de Japón.
El equipo que dio vida a esta obra contó con algunas de las manos más experimentadas de la industria. Hisao Shirai como cinematógrafo (Mi vecino Totoro, The End of Evangelion) e Hisao Shirai como director de arte (Ghost in the Shell, Ninja Scroll, Perfect Blue) se encargaron de que el magnífico guion de Oshii alcanzara un nivel de máxima calidad en la pantalla.
Estamos ante una película increíble, un relato bañado por el color rojo en el que un joven militar persigue su propio pasado mientras busca la manera de redimir sus errores. Es una obra maestra de la animación japonesa y una película recomendada para todos los que admiren esta vertiente intrigante del anime.
¿QUÉ ES LA KERBEROS SAGA?
La Kerberos Saga fue una idea original de Mamoru Oshii, apoyado por los compañeros de Headgear con los que había fundado la saga Patlabor. De ella nacieron un drama radiofónico, un manga, varios cómics y una trilogía cinematográfica que culmina con Jin-Roh: The Wolf Brigade.
En ella vemos la historia de la guarnición armada especial ficticia de la polícía de Tokio, apodada como Kerberos o Cerberus, en honor al perro de Hades que cuida el inframundo en la mitología griega. Este bando de la Organización de Policía Metropolitana se encarga de reducir a las milicias callejeras y de poner orden en un mundo lleno de conflictos económicos, pobreza y caos.
Las dos primeras películas de acción real, The Red Spectacles (1987) y StrayDog: Kerberos Panzer Cops (1991), están centradas en unidades del Kerberos que son marginadas por la propia sociedad. No tuvieron tanta fama como la tercera adaptación animada, que también tiene a un individuo como protagonista pero deja un final abierto sobre el futuro de esta élite de soldados.
FICHA TÉCNICA: DÓNDE VERLA


- Nombre: Jin-Roh
- Año: 1998
- Duración: 102 minutos
- Director: Hiroyuki Okiura
- Guion: Mamoru Oshii (Manga: Mamoru Oshii)
- Música: Hajime Mizoguchi
- Estudio: Production I.G
- Idiomas: Japonés, sub. español
- ¿Dónde verlo online? No está catalogado (tampoco en Netflix).
- ¿Dónde comprarlo? En DVD Store Spain.
SINOPSIS
Jin Roh tiene a Kazuki Fuse como protagonista, un soldado de los Kerberos encargado de reducir la resistencia de «La Secta» en Tokio, una milicia ciudadana formada para enfrentarse al gobierno. En una de las internadas por las alcantarillas se encuentra a una joven «caperucita roja» llamada Nanami Anawa, que se inmolará delante de su unidad con las cargas explosivas que trasladaba hasta otro punto de la ciudad.
Días después conocerá a quien dice ser su hermana, Kei Amemiya, con la que trabará una férrea amistad. En el proceso Fuse tendrá que ir conociendo las razones que llevaron a la joven a suicidarse y descubrirá que las traiciones, las intrigas policíacas y la ambición por el poder son las tres llaves que marcarán el futuro de los Kerberos y de todo Japón.
CRÍTICA DE JIN-ROH
LA HISTORIA
La diferencia entre Jin-Roh y muchas otras películas de anime es que, aunque también está basada en un manga, contó con la participación directa de su autor en todo el storyboard y el guion. El sello de Mamoru Oshii está presente en el metraje a través de unos diálogos llenos de reflexiones sobre la ambición humana, y unos giros argumentales que dejan a los espectadores con la boca abierta.
La estructura del planteamiento, nudo y desenlace es muy sencilla, pero está llena de emoción. En las primeras escenas ya conocemos el trasfondo de la Saga Kerberos y descubrimos el conflicto que perturbará la mente del personaje principal durante todo el camino. En el final podemos ver cómo se resuelve la tensión acumulada para dar una lección de vida sobre la aceptación y la pérdida.
La construcción de Fuse y la joven Amemiya es otro punto fuerte del guion. Él, con su personalidad tácita y ella, con su chispa inagotable, hacen un contraste perfecto que tiene como colofón el cuento más gore de «Caperucita Roja y el Lobo». El único punto negativo que se puede poner, tal vez, es la lentitud de algunas escenas en las que no aparecen diálogos especialmente memorables.
LA CINEMATOGRAFÍA


La labor de los experimentados animadores y dibujantes se deja ver en la ambientación de Jin-Roh. Los tonos pasteles y oscuros dan un toque «melancólico» a la película que encaja muy bien con la acción que sucede a mediados de los años 50, mientras que el estilo de dibujo de Hiroyuki Okiura pone los cimientos del diseño de personajes que luego cobrará vida en Una carta para Momo (2011).
El trazo de los fondos, llenos de detalles e inspirados en la posguerra, ponen el tono perfecto para una trama lúgubre que combina momentos de movimiento con otros más reflexivos. La palabra que define al dibujo de esta película es la homogeneidad, por el cuidado que se ha puesto en que todos los elementos visuales transmitieran una sensación de tristeza y añoranza para los espectadores japoneses.
La elección de determinados elementos, como un columpio en un parque derruido o una pequeña feria con atracciones en lo alto de un edificio están llenos de simbología. Desde el tormento hasta la esperanza, no hay ningún segundo del metraje que no te evoque un sentimiento que tenías anclado en el cerebro.
LA MÚSICA
La música de orquesta se lleva todo el protagonismo en Jin-Roh. Hajime Mizoguchi, que haría un excelente trabajo en la serie La visión de Escaflowne (1996), se encarga de componer una banda sonora inolvidable. Basada en instrumentos de cuerda y viento, con la guitarra clásica y el piano para los momentos más tristes, esta OST busca conmoverte en cada escena siguiendo una línea musical que no se sale de la ambientación oscura de la película.
La grabación corrió a cargo de la Czech Philharmonic Orchestra (Orquesta Filarmónica de la República Checa), en estudios de Tokio y Praga, con el propio Mizoguchi en manos del violonchello y la pianista Yoko Kanno en las piezas más delicadas. El tema vocal que cierra la película fue escrito e interpretado por la cantante Gabriela Robin, que preparó una canción abstracta para despertar la imaginación de los oyentes.
CONCLUSIÓN
Jin-Roh es una pieza de orfebrería, una pequeña joya donde la historia, la cinematografía y la música hablan directamente a las emociones del espectador. Está dentro de la corriente que dio lugar a grandes películas como Ghost in the Shell o Patlabor, con un mismo grupo de creadores que ha generado un legado precioso en el anime.
Es una recomendación obligada para todo fanático de la animación japonesa, pero también es un buen punto de partida para descubrir el anime con temas más adultos. En cualquier caso, prepárate para vivir una experiencia cruda, emocionante y con un guion a la altura de los mejores cineastas de occidente.
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